Una vez identificada la forma de la tapa del wáter debes conocer las medidas. Son tres puntos los que debes medir para llevar a cabo el proceso sin errores:
- La distancia entre los anclajes y el lugar en donde se sujeta la tapa
- La distancia de los anclajes hasta el frente con la tapa cerrada
- El ancho de la tapa cerrada, desde los dos puntos más amplios.
Luego de esto viene el proceso de selección de los anclajes para la tapa del wáter. En realidad, los anclajes se dividen en dos grandes grupos:
- Los de banda de plástico: que se pueden adaptar a la mayoría de los modelos
- Los de bisagra: que se adaptan a muchos modelos y son los más fáciles de limpiar.
También las bisagras pueden ser de distintos materiales, por ejemplo, existen de acero inoxidable, de latón y aluminio, siendo estás las mejores opciones por su resistencia a la oxidación y a los productos de limpieza. También están los de plástico y los de metal, pero estos son los de menor resistencia.
Al elegir la tapa del wáter también debes fijarte en el material del que está hecha. Los más recomendables son:
- Duroplast: tiene una alta resistencia a los golpes y proporciona alta higiene por ser un material antibacteriano.
- Madera / MDF: ofrece un tacto cálido y un aspecto natural que puede adaptarse a la decoración de tu espacio.
- ABS: también es un material de alta resistencia y antibacteriano.
Otras características que puedes buscar a la hora de elegir la nueva tapa del wáter para tu hogar pueden ser la caída amortiguada para evitar los golpes y ruidos o un tratamiento adicional anti bacterias.
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